Rendimiento deportivo ligado a la salud bucal
El deportista no suele relacionar sus molestias o la bajada de su rendimiento con problemas bucodentales. Pero, de hecho, en muchas ocasiones conforman su origen. De este modo, el paciente puede arrastrar el dolor durante años sin eliminarlo, hecho que sería reversible con un simple tratamiento Odontológico.
La odontología deportiva es una disciplina que estudia la influencia de cada deporte en la salud bucodental y que a través del cuidado oral, posibilita una práctica más segura y placentera.
Intensas presiones sobre la dieta y el entrenamiento en los atletas podrían ponerlos en alto riesgo de tener problemas orales por muchas razones. Los atletas necesitan de energía para el entrenamiento a menudo significa que tienen dietas altas en carbohidratos y regularmente utilizan bebidas azucaradas, energéticas ácidas que pueden contribuir a la descomposición y la erosión de los dientes. Frecuentes hábitos nocivos y falta de medidas de prevención eficaces.
Un protector bucal es una pieza esencial del equipo atlético que debería formar parte del equipamiento básico de un atleta desde una edad temprana conjuntamente con un adecuado tratamiento odontológico.
Cada día cobra más importancia el mantenimiento de una buena salud bucodental dentro del mundo deportivo pero aun así, parece ser la menos relevante en cuanto a las revisiones periódicas a las que nos debemos de someter, sobre todo, atletas y deportistas tanto a nivel profesional como amateur.
Las afecciones bucodentales actúan directa o indirectamente, alterando la puesta a punto del deportista.
La salud física y bucal es primordial para el buen rendimiento. En la cavidad bucal se acumulan millones de bacterias (más de 500 bacterias que habitan en nuestra boca pueden ser el origen de procesos inflamatorios) muchas de ellas, exclusivas de esta región. Sobre los dientes forman la placa bacteriana, que con una higiene descuidada, da lugar a cúmulos de gérmenes causantes en muchos casos de caries y enfermedades periodontales (encía).Las bacterias de la boca producen unos mediadores inflamatorios, las prostaglandinas y las interleucinas, que se distribuyen a todo el organismo, teniendo como vehículo la sangre que provoca una verdadera siembra ya que hay vía libre para que la infección se traslade a cualquier parte del organismo. La sangre, va depositando todas estas bacterias en los músculos y en las articulaciones, produciendo una astenia manifestada por una fatiga muscular y cansancio de esfuerzo. Se ralentiza la contracción-relajación del músculo con pérdida de tono fibrilar, dando la sensación de fatiga e inflamación articular y dando lugar a diversas enfermedades, sobre todo en deportistas que someten a estos miembros a auténticos desgastes, siendo muy fácil que se den desgarros, dolores articulares o lesiones tendinosas con una tardía recuperación. Dado que el origen de la infección ocurre en un sitio tan distante, la persona no suele relacionarlo y pueden pasar meses, incluso años, arrastrando el dolor sin conseguir eliminarlo. Es importante aclarar que el dolor no es el único síntoma determinante para concurrir a la consulta, porque la mayoría de las patologías son silenciosas. Al contrario de lo que se cree habitualmente, se puede tener algo serio y no notar nada en absoluto por lo que se debe concurrir periódicamente al odontólogo, quien solicitará los estudios que crea necesario realizar para un correcto tratamiento odontológico.
Importancia y utilidad de las radiografías panorámicas
La razón por la cual estamos ante la solución ideal para realizar un diagnóstico óptimo, se debe a que este tipo de radiografías permiten una exploración dental completa y de esta forma podremos determinar el estado general de la boca, puesto que nos ofrece la posibilidad de visualizar la totalidad de piezas dentales así como también ver el estado en el que se encuentran el resto de estructuras de la boca tales como los huesos maxilares o la articulación temporomandibular, que cuenta con una gran importancia dentro de la funcionalidad bucodental de un paciente.
Este tipo de radiografía se recomienda a pacientes a partir de los seis años de edad, puesto que permite evaluar el desarrollo de los maxilares así como también poder revisar el estado en el que se encuentran los dientes temporales y comprobar el proceso de la erupción dental de los dientes permanentes. De esta forma queda claro que estamos ante una de las pruebas más recomendables a la hora de conseguir un diagnóstico correcto porque con tan solo una prueba que se realiza en pocos segundos, de forma sencilla y totalmente indolora, podremos conocer la presencia de patologías en cualquier estructura de la boca.
De esta manera, y teniendo en cuenta la importancia de esta prueba se recomienda realizar una radiografía panorámica a los pacientes y a partir de los resultados que nos propone este estudio idear un plan de tratamiento personalizado con el objetivo de solucionar los problemas dentales de una forma efectiva y rápida, siendo importante destacar, una vez más, que la prevención es la mejor opción a la hora de combatir todo tipo de patologías dentales.
“La medicina de hoy apunta a la prevención, la odontología también”.
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